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miércoles, 20 de febrero de 2013

10 CONSEJOS PARA SER FELIZ EN EL PARO



A continuación encontrarás los 10 consejos indispensables para ser feliz en situación de desempleo. Toda persona que ostenta una ocupación tiene la obligación de desarrollar su profesionalidad y disfrutar de lo que hace para reportar un valor añadido a la sociedad donde vive. ¡Ser PARADO es ahora tu trabajo, no lo olvides!!!.

1.- PRACTICA ALGÚN DEPORTE AERÓBICO: Practica cualquiera que se te ocurra. Para encontrar un trabajo debes de estar en movimiento, porque justamente se trata de dejar de estar “parado”. Es importante que elijas uno en el que sueltes bastante adrenalina. Tu familia te lo agradecerá y los tímpanos de algún vecino también. Gritarás menos fuerte y te ahorrarás muchas discusiones.

Si tienes un saco de esos de “boxing” no es mala idea que le des una buena tunda, de vez en cuando, sobre todo cuando te acuerdes de aquellos que te decían, el día que salías (con tu caja de cartón, con tu maceta y tu taza de café) por la puerta de tu último empleo, “No te preocupes porque eras un buen profesional y enseguida estarás de nuevo trabajando”. Una vez comiences este ejercicio, es muy recomendable, que cuando notes que tu empeño decae, pongas, en un lugar visible del saco, la foto de algún político o banquero. No vale la de tu exjefe, pues el pobre no tiene la culpa de lo que pasó, incluso es muy posible que él ahora se encuentre en tu misma situación y ya se haya llevado su caja a casa y esté aporreando su saco. Otra de las ventajas es que nadie te podrá reprochar que no eres un luchador. ¡Menudos golpes que le metes al cacharro ese!!!.¡ Con lo pacífico que parecías!!!. (El saco de boxeo puede ser sustituido por uno de patatas hortelanas de 25 kgs.).

2.- SONRÍE: La risa es un gran ejercicio antidepresivo. Se comenta que debemos sonreír, al menos 10 veces al día. Mi consejo es que sonrías al menos unas 50. No es que 50 risas reporten un mayor beneficio que 10. Pero si acumulas excedente de risas, puedes meter un papelito, donde escribas vale por 10 risas, en una bolsa que guardarás en un lugar oscuro. De esta forma, cuando te llegue una semana de bajón y te encuentres deprimido, sin ganas de reírte un día y al otro, métete en el lugar oscuro y ves sacando los papelitos de 10 risas cada uno. Así no perderás el ritmo de sonreír y seguirás con la máxima de sonreir “al menos 10 veces al día”.

3.- HAZ AQUELLO DE LO QUE LUEGO NUNCA TIENES TIEMPO: Escribe felicitaciones de cumpleaños y Christmas de navidad. Es posible que en cuanto encuentres trabajo, estés tan liado que no tengas tiempo de hacerlo. Ahora justamente te sobra tiempo. Aprovéchalo productivamente.

O mejor…

Escribe un discurso de despedida a tus compañeros de trabajo. ¡Nooooo…. No se me ha ido la pinza. No estoy loco!!!. Es posible que en tu último empleo te quedaras tan “knockeado” ante la noticia de que tenías que vaciar tu mesa en 5 minutos y acompañar al de seguridad, que no te dio tiempo a decir ni un triste adiós siquiera a los que te encontrabas por el pasillo. Si lo hubieses tenido preparado dentro de la chaqueta, seguramente en 3 minutos y medio hubieses vaciado tu despacho (Total para lo que hay que llevarse) y te hubiese sobrado 1 minuto largo para despedirte cariñosamente a modo de Candela Peña en los últimos Goya. Según está el mercado laboral… y con la precariedad que se presupone seguirá existiendo, vas a tener oportunidad de dedicar ese discurso unas cuantas veces más, así que no lo tires.

4.- CONTRATA UN 902: Contrata una línea 902 y haz saber que desde este momento es tu teléfono de contacto. Si la cosa se pone fea y empiezas a tener problemas financieros, imagina la de llamadas que vas a recibir para reclamarte facturas pendientes. Si te llaman del banco, porque no has podido atender el vencimiento de tu hipoteca, dales cuerda para que vayan sumando minutos. Le darás la vuelta a la tortilla y, al final, irás generando algunos ingresos. Empieza a ganar dinero con tu banco. Piensa que es otra forma de hacer “freshbanking”. Si los holandeses pueden ¿Por qué tú no?.  Además, todo el mundo evita llamar a los 902 porque saben lo caros que son, así que lo mismo evitas que te llamen para decirte que tu cuenta bancaria está igual de vacía que tu nevera. Inserta una locución a la recepción de la llamada del tipo “todas nuestras líneas están ocupadas, permanezca a la espera y será atendido en breve”. Luego, al finalizar la llamada, informa que realizarás una encuesta de satisfacción (más que nada para fastidiar al del banco. Será tu venganza personal. Que anda que no jode que, después de tenerte esperando ni se sabe, te quieran medir la satisfacción sin haberte dado una respuesta ni solución). 

5.- CREÁTE UN BUEN PLAN DE INVERSIÓN: En cuanto recibas tus 400€ de subsidio vete corriendo (esto último te ayudará a coger fondo para que le des con más fuerza al saco de boxeo) a la Sala de Juego más cercana. Apuesta todo lo que puedas. Lo más probable es que pierdas todo tu dinero el mismo día que lo hayas cobrado (Dando por hecho que lo cobras y no te lo ha retenido tu banco porque no pagas tu hipoteca). Pero lo mismo estás en racha y apañas el mes y te empiezas a sentir, efímeramente, como cuando eras un respetable trabajador asalariado. Aunque todo esto te parezca una temeridad, te aseguro que es lo más sensato. Lo realmente descabellado es que alguien piense que puedas subsistir con esos exiguos 400€ durante más de 10 días seguidos.

6.- AMPLIA TU RED DE “NETWORKING”: No desatiendas a tus contactos. Nunca se sabe dónde puede estar la oportunidad que te brinde el tan ansiado puesto de trabajo. Sondea el parque. Muévete por los bancos. (He dicho parque y no “parqué” bursátil y bancos, sí bancos, pero los que hay frente a tu casa). Haz saber a todos sobre tu nueva situación. Que estás en el paro no. Que ya se te nota por la cara de rancio que tienes. Me refiero a que tienes un 902 y si encuentras a alguien, con suficiente saldo en su móvil, que memorice tu número y te llame. Dile que es un número de una ONG que entrega mantas y bolsas de comida por los parques. Ya verás cómo se crea enseguida corrillo a tu alrededor. ¿Ves?. Ya has ampliado tu red de “networking”. Ahora de ti depende que sepas aprovecharla al máximo y saques el mejor partido de ella. El éxito es de los que lo persiguen. Tú eres todo un luchador. ¿Ves ya le estás sacando rendimiento a lo del “boxing”?.

7.- PRUEBA A PONERTE LA CORBATA DEL UNIFORME DE TU HIJO: Haciendo esto, volverás a sentirte como si estuvieras en plena actividad laboral y si encuentras un trabajo estarás en activo y en la onda de inmediato. Te retrotraerás a ti mismo a esa sensación de ahogo y autentica congoja que sentías, cuando andabas por el pasillo de tu oficina y te encontrabas el corrillo de turno, cuchicheando sobre posibles candidatos a ser incluidos en la lista de la próxima regulación de personal.

8.- PRACTICA ALGUNA ACTIVIDAD DE VOLUNTARIADO SOCIAL: Aprovecha tus habilidades de interlocución y liderazgo colabora en algún taller de ayuda a los más desfavorecidos (Siiiiiiií, que tú eres un privilegiado con 400€ y los hay que ni eso). Destina el 0,7% de tus ingresos a estas iniciativas. Puedes comprar 2,8€ de pipas de girasol y repartirlas por el parque. Ese señor tan amable, que duerme entre los cartones, seguro que compartirá contigo su teta-brik y podrás tener una amena charla. Sobre todo sociabilízate, quedarse en casa de brazos cruzados no ayuda nada. El empleo no te va a venir a buscar a casa.

9.- APROVECHA A AMPLIAR TU FORMACIÓN: Cursos tales como:

“Monográfico: Aguanta la risa más de 30 segundos cuando alguien te diga que en su grupo de amigos todos están fijos”.

“Curso de reciclaje profesional para Tasadores, Promotores y Agentes Inmobiliarios”.

“Curso para Notarios: Recupere el esplendor y la algarabía de su negocio alquilando sus salas de espera como lugar de ocio para la 3ª edad”.

“Mil formas diferentes de meterse las manos en los bolsillos, mientras espera en la cola del INEM a ser atendido”.

“Como evitar al entrar en un ascensor que le hablen del tiempo o de la situación económica y política del país”. Solo para estudiantes de post-grado.

“Como pensar en el director de su banco sin pensar en toda su familia. Principalmente ascendentes de primer grado”. Curso solo para personas con un alto índice de autocontrol. Abstenerse personas con antecedentes de violencia callejera o que estén en posesión de la licencia de armas”.

Como última opción:

10.- APÚNTATE A CLASES DE SALTO DE TRAMPOLÍN: Ejercicio complementario a correr hacía la sala de juego y pegarle al saco de boxeo. Aumentarán tu coordinación y tus reflejos. Esta práctica será de vital importancia para cuando te vayan a desahuciar de tu piso. Puedes salir al balcón y amenazar que te vas a tirar (asegúrate que están los de la TV y la prensa) y con el rabillo del ojo, otea donde queda la colchoneta hinchable de los bomberos. Si has sido un alumno avezado y has aprovechado convenientemente las clases de salto, seguramente salvarás el pellejo y probablemente ganes unos días hasta que se apruebe en el Congreso la ley de “Dación en pago”. Eso sí, luego dormirás en los bancos de enfrente del parque de tu casa. Bueno, mejor dicho, de tu antigua casa. ¿Para qué vas a dejar el barrio? Si todo el mundo ya te conoce. El de los cartones te hará un sitio fijo. Es lo que tiene haber sido altruista en el pasado. Es la ley kármica: “Todo lo que das te viene devuelto”. Además, así te asegurarás que, algún buen vecino, te deje rebuscar en su bolsa de basura antes de que la deposite en el contenedor. Todo un privilegio en estos tiempos que corren. Que los contenedores de ahora son muy estrechos y como te descuides te succionan para dentro. Si te ocurriera esto último, aprovechando que está oscuro, no te olvides de sacar de tu bolsa el papelito de las 10 sonrisas. Que si no, seguro que se te amargará el día.

lunes, 4 de febrero de 2013

SÉ QUE TIENES A OTRA MAS GUAPA QUE YO



Yo sé que estoy menos preparada que el resto, Mariano.

Lo sé.

Que las hay más guapas y más modernas, con más estudios y que quedan mejor en la foto.

Que las hay que llevan la voz cantante en las fiestas. Yo soy muy dispuesta pero más calladita y menos vistosa.

Yo siempre he sido menos simpática. Lo reconozco. Me gusta decir las cosas claras y no andarme por las ramas. Las cosas siempre claras y el chocolate espeso, Mariano. Tú ya lo sabes.

Y por eso siempre has mirado a otras. A otras mas guapas que yo.

Y no me digas que no, porque sé que cuando sales por ahí, con tus amigotes del trabajo, lo haces. Tú y todos los demás.
 
Me dices que no. Pero yo sé que sí. ¡Todos los hombres sois iguales!!!. ¿Por qué ibas a ser tú diferente?.

Pero eso siempre lo he soportado. No me ha importado demasiado. Siempre que trajeras tu sueldo a casa y mantuvieras a la familia.

Tú podías pensar lo que quisieras. Hacer lo que quisieras y mirar a todas las que quisieras, que luego tenías que volver a casa y meterte en la cama conmigo.

También sé que todos os dais consejos de cómo tratarnos. Seguro que a ti te han dicho más de una vez que me controlaras los gastos. Que me dijeras que ahorrara al hacer la compra y que si no podíamos comer todos los días ternera que comiéramos patatas y punto. Que no fueras calzonazos y que demostraras quién llevaba los pantalones en casa. Y sobre todo que no fueras tonto y que te guardaras dinero para tus juergas. Que sí, que sí. Que sé que Alfredo también lo piensa. Que su mujer la Luisa y yo hablamos de vez en cuando y nos lo hemos contado. Que va de perfecto pero al final sois todos iguales.

Pero fíjate, Mariano, eso lo puedo entender hasta cierto punto.

Eres un hombre. Y yo puedo hacer la vista gorda para algunas cosas. Mi madre me educó así. 

Otros suelen regalar flores o bombones a sus esposas. A mí nunca me ha hecho falta que hicieras eso. Con que me dieras tu cara de aprobación, cuando te hacía las croquetas de pollo, y te chuparas los dedos al comer mi tarta de chocolate, siempre me ha sido suficiente.
 
Nunca he necesitado, además, que me sacaras por ahí. Con un “vermú” de aperitivo, al salir de misa de 12, cada domingo me ha sido suficiente.

Sabes que siempre he estado a tu lado. Apoyándote en los momentos duros.

¿Ya no te acuerdas cuando le dieron tu puesto al nuevo ése que había llegado hacía dos días?.

Sí, el hijo del zapatero.

Tú te enfadaste mucho y con razón. Te habían dado ya hasta las felicitaciones porque todo el mundo sabía que el puesto era tuyo.

¡Y zas!!!. La noticia cayó como una bomba. Todo explotó delante de tus narices.

Pero yo estuve ahí. Contigo. Confiando en ti. Animándote a que no lo dejaras. Porque podías conseguirlo en otra ocasión. Porque demostrarías a todos que se habían equivocado contigo.

¿Y ahora me lo pagas así?.

¿Eso es lo que me has querido?.

Al menos sé sincero. Y reconoce la verdad.

¿Cómo que el mensaje que tenías en el móvil no era para ti? ¿Qué era para otro Mariano?.

Mariano, no me subestime. Que una es humilde pero no tengo un pelo de tonta.

Que yo no soy muy hábil con el móvil y solo lo utilizo para llamar cuando tengo saldo. Eso del “guasáz” me suena a chino. Pero sé leer perfectamente y tengo el sexto sentido que tiene toda mujer.

Mira…, ya te he dicho que sois todos iguales. ¿Por qué habrías de ser tu diferente?.

Al menos, ten la valentía de reconocer que te he pillado.

Aunque ya solo sea por respeto a las niñas. Por lo menos que piensen que tienen un padre valiente.

No me sirve de nada que me dejes tu móvil para que llame a cualquier número que crea sospechoso. ¿Me sigues creyendo tan tonta? Si doy con el número de tu amiguita, y ella responde, no me lo va a reconocer. O es que lo mismo la tonta es ella. Pero bueno… ¿Qué se puede esperar de una fresca que se enreda con un hombre casado?.

Que tu móvil no tenga grabado en la agenda ningún nombre de mujer, no quiere decir que no tengas un lío.

Puedes haberlo cambiado en cuanto empecé a sospechar. O lo mismo llamabas desde el trabajo. O desde el móvil de Alfredo. Que ahora se hace el inocente y pone cara de sorpresa. Pero que es igual que tú o peor.

Además, quién envía un mensaje con remitente oculto es que algo oculta. ¡Vamos que no me digas que no es para sospechar!. Eso te lo envío una lagarta, seguro. Y no me digas que no era para ti.

Mariano, esto huele muy mal.

Que como te he dicho, que me chulés el dinero para juergas con tus amigotes, tiene un pase, pero que me tengas, aquí, haciendo malabares con tu sueldo para llegar a fin de mes, limpiando portales desde las 5 de la mañana, y que luego resulte que te guardes una parte para ponerle un piso a la primera que se te ha cruzado… es que no quiero ni pensarlo… Jesús, María y José… ¡Eso tiene un nombre muy feo, Mariano!!!. 

¡Mira… mira… que no quiero ni pensarlo!!!.

Y esto no se arregla con que te vayas a dormir al sofá. Que no se me va a pasar en un par de días.

Así que está decidido, mientras me lo aclaras, bien aclaradito y yo tengo tiempo para pensarlo, bien pensadito. Mejor que te vayas a casa de tu madre.

Ya te he hecho la maleta. Como siempre. Ya sabes. Te he metido las pastillas de la hipertensión. No te olvides de tomarlas. ¡Que eres un despistado!.

Y dile a tu madre que no te cocine con picante que cada vez te sienta peor.

Que no…, que no… Que no me mires así… Que no me voy a ablandar. Aunque me pongas esos ojitos de cordero degollado.

¡Yo soy como la Esteban!!!. Humilde pero muy digna y decente.

Y no me digas que estás libre de pecado. Que te conozco muy bien y cuando te empiezas a morder el labio y tuerces la cabeza para un lado. Sé que me estás mintiendo.

Mariano, que no he nacido ayer.

Y que tu madre no llame a la mía. Al menos de momento. A ver si se va a enterar todo el barrio. ¡Y ya la que nos faltaba!!!.

¡Ayssss! Si hubiera hecho caso a mi madre y me hubiese dejado rondar por aquel chico tan majo… Sí, por Adolfo. Que tenía finca en Ávila y todo. Mira ahora seguro que tendría un hijo torero. ¡Con lo que me han gustado a mi siempre los toreros!!!.

¡QUE NO MARINO! Que te he dicho que no me convences.

Coge la maleta y ya te despedirás de las niñas, que ya están dormidas.

Y ciérrate el cuello de la camisa… que lo tienes desabrochado y vas a coger frio… te aprieta la corbata, ¿verdad?. Pues haberlo pensado antes. No se puede estar en misa y repicando.

Y dile a Alfredo que se ande con cuidado. Que la Luisa está con la mosca detrás de la oreja. Y esa es muy bruta, ya lo sabes. Es capaz de coger la escopeta de cartuchos de su padre y descerrajarle un tiro entre ceja y ceja a la menor sospecha.

¡Si tuviera yo más agallas!!! No te salvaba nadie y ya no estabas hablando, ahí de pies, como un pasmarote, intentando convencerme, sino saliendo por esa puerta con los pies por delante.

Que es muy fuerte, Mariano.

Que eres un ¡ADULTERO, y un MAL MARIDO!!!.

Y un desagradecido. Con todo lo que las niñas y yo hemos sufrido y hecho por ti!!!.